Misterios Gloriosos

Los Misterios Gloriosos se rezan los días miércoles y domingo de cada semana.

Damos inicio al santo Rosario agradeciendo, y luego haciendo nuestras peticiones especiales con fé y concentrados iniciamos orando así: 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén

Primer Misterio Glorioso: La resurrección del Hijo de Dios

Inicio:

«El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: «¿Por qué buscáis ente los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado»» (Lc 24, 1-6).

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria

María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!

«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.

Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.

San José Aumenta Nuestra fé.

 

Segundo Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor al cielo

Inicio:

«El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios» (Mc 16, 19).

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria

María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!

«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.

Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.

San José Aumenta Nuestra fé.

 

Tercer Misterio Glorioso: La venida del Espíritu Santo

Inicio:

«En aquellos días «Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse» (Hch 2, 1-4).

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria

María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!

«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.

Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.

San José Aumenta Nuestra fé.

 

Cuarto Misterio Glorioso: La Asunción de María al cielo

Inicio:

«Todas las generaciones me llamarán bienaventurada porque el Señor ha hecho obras grandes en mí» (Lc 1, 48-49).

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria

María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!

«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.

Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.

San José Aumenta Nuestra fé.

 

Quinto Misterio Glorioso: La coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado

Inicio:

«Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12, 1).

Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria

María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!

«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.

Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.

San José Aumenta Nuestra fé.

Dios te Salve, REINA Y MADRE, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lagrimas. Ea, pues, señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos, tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh siempre Virgen María, ruega por nosotros SANTA MADRE DE DIOS, para que seamos dignos de alcanzar y gozar de las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (se persigna)

Amén.