Los Misterios Luminosos se rezan los días Jueves de cada semana.
Damos inicio al santo Rosario agradeciendo, y luego haciendo nuestras peticiones especiales con fé y concentrados iniciamos orando así:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Primer Misterio Luminoso: El Bautismo en el Jordán
Inicio:
«Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco»». (Mt 3,16-17)
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria
María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!
«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.
Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.
San José Aumenta Nuestra fé.
Segundo Misterio Luminoso: Las bodas de Caná
Inicio:
«Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga»». (Jn 2, 1-5).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria
María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!
«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.
Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.
San José Aumenta Nuestra fé.
Tercer Misterio Luminoso: El anuncio del Reino de Dios
Inicio:
El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio». (Mc 1, 15)
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria
María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!
«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.
Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.
San José Aumenta Nuestra fé.
Cuarto Misterio Luminoso: La Transfiguración
Inicio:
«Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz» (Mt 17, 1-2).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria
María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!
«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.
Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.
San José Aumenta Nuestra fé.
Quinto Misterio Luminoso: La institución de la Eucaristía
Inicio:
«Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo»» (Mt 26, 26).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria
María Es Madre de Gracia, Madre de Piedad y Madre de Misericordia: En La vida y en la muerte amparanos ¡Gran Señora!
«Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
Sagrado Corazón de Jesús: En Voz Confío.
Dulce Corazón De María: Sé la salvación del alma mía.
San José Aumenta Nuestra fé.
Dios te Salve, REINA Y MADRE, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lagrimas. Ea, pues, señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos, tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh siempre Virgen María, ruega por nosotros SANTA MADRE DE DIOS, para que seamos dignos de alcanzar y gozar de las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (se persigna)
Amén.